La osteocondrosis torácica es una enfermedad degenerativa-distrófica que afecta a los discos intervertebrales; A medida que avanza la patología, las estructuras circundantes también se involucran en el proceso. Los síntomas de la osteocondrosis torácica son diversos y a menudo se parecen a las manifestaciones de otras enfermedades. Para diagnosticar esta patología se utilizan diversos métodos para detectar cambios en las estructuras intervertebrales. El tratamiento de la osteocondrosis torácica incluye tanto el uso de medicamentos como terapia no farmacológica en forma de fisioterapia y masajes. Muchos también están interesados en cómo curar la osteocondrosis torácica utilizando métodos tradicionales.
Factores de riesgo
La osteocondrosis torácica ocurre con mayor frecuencia cuando están presentes uno o más factores predisponentes. Estos incluyen:
- predisposición hereditaria;
- anomalías de la columna;
- actividad física excesiva;
- baja actividad física;
- Daño a los discos intervertebrales después de caídas en la espalda, golpes en la columna;
- exposición prolongada a vibraciones, típicas, por ejemplo, de los conductores de vehículos;
- presencia de exceso de peso corporal;
- trastornos hormonales;
- Fumar;
- edad mayor de 40 años;
- Usa tacones altos.
Características de la osteocondrosis de la columna torácica.
Debido a las peculiaridades de la estructura anatómica, la columna torácica es menos móvil en comparación con la columna cervical y también soporta menos carga en comparación con la parte lumbar de la columna lumbar. En este sentido, la osteocondrosis de esta sección es rara.
Los síntomas más comunes de la osteocondrosis del tórax son dorsalgia y dorsalgia. El dorsago es un dolor agudo que se produce después de estar mucho tiempo acostada o sentada cuando una persona comienza a ponerse de pie. El dolor suele ser tan intenso que dificulta la respiración. Esta afección puede ir acompañada de tensión muscular en el pecho, el cuello y la zona lumbar.
La dorsalgia es un dolor en el pecho que se desarrolla gradualmente y dura de dos a tres semanas. Las sensaciones desagradables aumentan al agacharse, girar, permanecer en una posición durante mucho tiempo o respirar profundamente.

Otras manifestaciones comunes de la osteocondrosis torácica incluyen:
- Dolor de estómago asociado con náuseas y vómitos, cuya aparición no está relacionada con los hábitos alimentarios;
- Dolor en el hipocondrio derecho, agravado por la tos, el estornudo o el cambio de postura;
- Dolor lumbar que recuerda al cólico nefrítico y, en ocasiones, se acompaña de trastornos del tracto urinario;
- Dolor en la parte superior del pecho acompañado de sensación de cuerpo extraño en la garganta;
- Dolor insoportable en las glándulas mamarias.
Grados de enfermedad
Dependiendo de la gravedad del proceso patológico y las manifestaciones de la enfermedad, se distinguen 4 grados de osteocondrosis.
en primer lugar
En esta etapa, se forman grietas en el anillo fibroso, en el que penetra el núcleo pulposo. El dolor en el lugar de la lesión en esta etapa es un signo de osteocondrosis de la mama. Pueden ser constantes o aparecer repentinamente en forma de lumbago. A veces aparecen sensaciones desagradables en el área del corazón y se notan contracciones de los músculos locales.
segundo
Esta etapa se caracteriza por la aparición de movilidad patológica entre las vértebras en el lugar de la lesión. El dolor se produce al permanecer mucho tiempo en una posición y persiste al moverse.
tercero
Esta etapa se caracteriza por la ruptura del anillo fibroso y la aparición del núcleo pulposo más allá de sus límites. Estos cambios patológicos van acompañados de la formación de hernias intervertebrales. Este último puede comprimir las fibras nerviosas, los vasos sanguíneos y la médula espinal.
Las sensaciones dolorosas ocurren con mayor frecuencia y van acompañadas de dificultad para respirar y malestar en la zona del corazón.
cuarto
El proceso patológico afecta las estructuras que rodean los discos intervertebrales. Los ligamentos de la columna se ven afectados y Osteofitos - Crecimientos óseos que comprimen las fibras nerviosas y en ocasiones dañan la médula espinal.
Posibles complicaciones
Cuando la osteocondrosis torácica se acompaña de compresión de la raíz del nervio espinal, se produce neuralgia intercostal. Se caracteriza por ataques de dolor agudo en la mitad del tórax. Las sensaciones desagradables se propagan a lo largo de las fibras nerviosas desde la columna hasta el esternón y son de naturaleza punzante.
El dolor de la neuralgia intercostal a menudo se irradia al estómago, la escápula, el brazo y la región retroesternal. Si las fibras simpáticas están dañadas, la piel del área afectada se vuelve pálida y enrojecida. La duración de un ataque doloroso es de unos pocos segundos a minutos. Puede producirse parestesia (entumecimiento, hormigueo) en el espacio intercostal. Este síntoma es característico del período entre ataques.
Otra complicación de esta enfermedad es la espondiloartrosis. Con esta patología, las articulaciones entre las vértebras se deforman, la capa de cartílago se destruye, los ligamentos se estiran y aumenta la movilidad de las vértebras entre sí. En respuesta a la inflamación, los músculos que rodean la columna sufren espasmos.
Posteriormente, se forman osteofitos y, en el contexto de la formación de tales crecimientos, la parte afectada de la columna pierde movilidad. Los crecimientos óseos a veces comprimen las raíces nerviosas, provocando dolor y pérdida de sensación.
Diagnóstico de la enfermedad.
La forma más sencilla de detectar la osteocondrosis torácica es realizar una radiografía de la columna. Este estudio muestra aplanamiento, contornos desiguales de los discos intervertebrales, desplazamiento de los cuerpos de las vértebras adyacentes entre sí y cambios en su forma.
A veces se realiza una discografía: un examen de rayos X con material de contraste. Este método nos permite identificar los límites desiguales del núcleo pulposo que son característicos de la osteocondrosis. Con un proceso patológico pronunciado, el contraste llena completamente el disco intervertebral y, a veces, se extiende más allá de sus límites.
Se pueden obtener imágenes más detalladas de la columna mediante tomografía computarizada y resonancia magnética. Estos métodos permiten una evaluación más detallada de la gravedad del proceso degenerativo, así como determinar la presencia de una hernia, su ubicación y tamaño.
Si aparecen síntomas de osteocondrosis torácica, el médico también puede recomendar un análisis de sangre general como método de diagnóstico adicional. Esta enfermedad suele ir acompañada de un ligero aumento en el número de leucocitos y un aumento de la VSG. Al analizar la sangre en busca de electrolitos, a veces se detecta una caída en los niveles de calcio.
Las manifestaciones de la osteocondrosis torácica son similares a los signos de muchas enfermedades; Si ocurren, es necesaria una consulta con un médico para examinar y aclarar el diagnóstico. Si no se trata, la enfermedad progresa y, a menudo, provoca complicaciones.
Tratamiento de la osteocondrosis torácica: gimnasia y fisioterapia.
La gimnasia aumenta la movilidad de las articulaciones intervertebrales y costales de la región torácica, reduce la sensación de rigidez y elimina los espasmos musculares.
Antes de tratar la osteocondrosis torácica en casa con terapia de ejercicios, debe asegurarse de que no existan contraindicaciones. Las clases de gimnasia están prohibidas si:
- exacerbaciones de la osteocondrosis;
- período de recuperación temprana después del tratamiento quirúrgico de la osteocondrosis;
- patología neurológica, acompañada de alteración de la coordinación de movimientos;
- presión arterial alta, arritmias cardíacas;
- Exacerbaciones de enfermedades crónicas, procesos inflamatorios e infecciosos agudos.
masaje
El masaje mejora la circulación sanguínea en los tejidos que rodean la columna, elimina los espasmos musculares y al mismo tiempo aumenta su tono. En este contexto, disminuyen el dolor y las molestias en la zona de la espalda.
Se pueden utilizar los siguientes tipos de masajes para la osteocondrosis torácica:
- Clásico.
- Punto (impacto en puntos específicos).
- Segmentario (masaje de espalda en la zona del pecho para mejorar la circulación sanguínea local).
- Ventosas (exponer las zonas afectadas al vacío).

El masaje clásico incluye frotar, acariciar, amasar, movimientos vibratorios y pellizcos.
Tratamiento farmacológico
La terapia farmacológica para la osteocondrosis torácica tiene como objetivo:
- reducción de procesos inflamatorios;
- eliminación del dolor;
- reducir los espasmos musculares;
- Mejora del estado del cartílago y del tejido nervioso.
Los medicamentos más utilizados para tratar los síntomas de la osteocondrosis torácica son los antiinflamatorios no esteroides. Estos medicamentos suprimen las reacciones inflamatorias que se producen en las fibras nerviosas, lo que alivia el dolor. Estos fondos se utilizan en forma de:
- Tabletas.
- Ungüentos, geles.
- Inyecciones.
En caso de exacerbaciones de la enfermedad, se utilizan inyecciones de medicamentos antiinflamatorios no esteroides.
Los efectos secundarios más comunes de los medicamentos antiinflamatorios no esteroides incluyen daño a la membrana mucosa del tracto digestivo con formación de úlceras, reducción de la coagulación sanguínea, daño renal y reacciones alérgicas.
El tratamiento de la osteocondrosis torácica con fármacos del grupo de los relajantes musculares puede reducir los espasmos de los músculos que rodean la columna, comprimir las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos, lo que conduce a una reducción de la intensidad del dolor.
Los condroprotectores normalizan los procesos metabólicos en el tejido del cartílago y previenen su destrucción. La composición de dichos productos incluye sulfato de condroitina y glucosamina, que participan en la síntesis del tejido conectivo.
Los preparados que contienen vitamina B mejoran el metabolismo de las fibras nerviosas dañadas, lo que conduce a la supresión de las reacciones inflamatorias.
Remedios populares para el tratamiento de la osteocondrosis torácica.
El tratamiento de la osteocondrosis torácica en el hogar incluye el uso de ungüentos, compresas y diversas infusiones y decocciones. Ayudan a reducir la gravedad de la inflamación, mejoran los procesos metabólicos en las zonas afectadas de la columna y alivian el dolor.
Ungüentos, compresas con composición natural.
Antes de tratar la osteocondrosis torácica con estos fármacos, es importante prepararlos adecuadamente. Para obtener un ungüento de huevo y vinagre, es necesario mezclar un huevo de gallina con la misma cantidad de vinagre, agregar 100 gramos de mantequilla blanda y llevar la mezcla a una consistencia homogénea. Este ungüento se aplica en una capa fina sobre el área afectada durante la noche.
Para preparar otro producto, es necesario mezclar 2 cucharadas de salvia triturada y hojas de plátano. Agrega 40 gramos de vaselina derretida y 50 mililitros de aceite de oliva a las plantas. Todos los componentes se mezclan bien, la pomada resultante se aplica en el área afectada con movimientos de frotamiento y se coloca un paño tibio encima. El proceso se puede repetir 2-3 veces al día.
Para hacer una de las compresas más efectivas, debes preparar 50 gramos de hojas de aloe, 100 mililitros de vodka y 100 gramos de miel. El aloe se pica con un rallador y se añade al resto de los ingredientes. La composición se infunde durante 5 días. El producto se aplica en el lugar del dolor, se coloca polietileno sobre la piel de la espalda y se envuelve una toalla o bufanda sobre el pecho. La compresa se deja durante 2 horas.

Infusiones, tinturas, decocciones.
Para preparar una decocción antiinflamatoria, es necesario mezclar una cucharada de manzanilla seca y menta. Se agregan 300 mililitros de agua caliente al material de siembra, luego la composición se hierve en un baño de agua durante 10 minutos. La composición se toma 2 cucharadas tres veces al día.
Para obtener una infusión con pronunciadas propiedades antiinflamatorias, es necesario tomar 2 cucharadas de hojas de fresa y abedul, 3 cucharadas de flores de manzanilla, caléndula, una cucharada de hierba de San Juan y 10 gramos de corteza de roble. Se mezclan los componentes enumerados, se vierten 2 cucharadas de esta composición con un litro de agua hirviendo y se dejan durante 4 horas. Esta infusión se debe beber 100 mililitros tres veces al día.
Para obtener tintura de árnica, se vierten 25 gramos de flores de plantas con medio litro de vodka. El producto se almacena en un lugar fresco y oscuro durante un mes. La tintura se toma 20 gotas tres veces al día después de disolverla en una pequeña cantidad de agua. Este remedio mejora los procesos metabólicos en las zonas afectadas de la columna y reduce la gravedad de las reacciones inflamatorias.

Prevención
Para prevenir el desarrollo de osteocondrosis torácica se recomienda:
- Dejar de fumar y abusar de bebidas alcohólicas;
- normalizar la dieta, reducir el contenido de alimentos grasos y fritos en la dieta;
- mantener un peso corporal óptimo;
- Evite levantar objetos pesados y el esfuerzo físico excesivo.
El tratamiento complejo de la osteocondrosis torácica, que consiste en farmacoterapia, masajes y fisioterapia, tiene como objetivo aliviar la inflamación, los espasmos musculares y el dolor. Los métodos tradicionales sirven como medida auxiliar y ayudan a mejorar el impacto de otras actividades en curso.
























